PUTA THAI

Entrevista hecha por Herr Peter

 

Hace un par de años que conozco a Daa.  Tiene 23 años, es de constitución delgada y aparenta menos edad de la que tiene en realidad.

Hace tres que trabaja en el gogo-bar que frecuento habitualmente.  Como cliente habitual, mantengo una relación cliente-chica, que va más allá de lo habitual.  Me permito hacerle preguntas que no responderían sinceramente al típico turista en busca de una relación sexual rápida.

 

 


Mi conocimiento del idioma tailandés resulta indispensable para que la chica se exprese con total naturalidad ante lo que es una entrevista “encubierta”.  Ella no sabe que mi intención es conocer los entresijos de la prostitución que hay en los bares thais.

Lo que viene a continuación, no es una entrevista en toda regla, sino el resumen de varias noches de conversación entre dos amigos.  Lo hice de esta forma para que no se sintiera cohibida y pudiera hablar con total libertad, sin la presión que supone estar hablando con un periodista o con un individuo extranjero que no conoce de nada.  Debo aclarar, para que no haya equívocos, que es una amiga con la que no he mantenido, en ningún momento, relaciones sexuales.

Es real, existe, y si la queréis visitar, estaré encantado de dar sus coordenadas.

Supongo que a los periodistas de “El Mundo TV” no les interesará. La realidad es demasiado aburrida para ser contada. ¿Verdad?
(nota: el mundo tv emitio un reportaje sobre Thailandia totalmente distinto a la realidad, link aqui para ver la critica de aquel reportaje)

 


Esta es su historia.

Herr Peter: ¿Cómo llegaste hasta aquí?

 

Como casi todas, a través de una amiga. Ella trabajaba aquí y ganaba lo mismo que las de la fábrica en un día.  Me costó un poco decidirme, pero con el tiempo, me di cuenta de que no estaba tan mal.  Y lo que gano, si tuviera un trabajo normal, tardaría siete vidas en conseguirlo.

¿Cuántos años tienes?

 Tengo 23, lo que pasa es que muchos creen que tengo 16 años o menos. Eso me pasa por no tener vello en el cuerpo y ser pequeña. A muchos les gusta más, les da más morbo y para no quitarles la ilusión, les digo lo que quieren oír. Si quieren que tenga 13 pues les digo que tengo 13.

¿No te incomoda bailar desnuda ante tanta gente?

 No. Me da igual. No me conocen. A veces llega a ser divertido poner calientes a los tíos. Se ponen cómo búfalos en celo.  La mayoría son unos reprimidos, creo yo. Están allí sentados, sin atreverse a mirar directamente a las chicas, cuando en realidad tienen unas ganas tremendas de follárselas a todas. Pobre gente, algunos me dan pena.

¿Cuáles son los mejores clientes?

 Depende.  Los japoneses son los mejores. Pagan mucho. La tienen pequeña y se duermen enseguida.  Algunos son sádicos y quieren quemarte cigarrillos la piel y cosas por el estilo, pero les corto el rollo rápido.  Para divertirme prefiero a los occidentales. Te tratan de igual a igual y te lo pasas bien con ellos. Pagan menos, pero lo disfrutas más.

 

 

¿Conoces por aquí alguna chica que trabaje obligada?

 ¿Aquí? No, ni en ninguna parte. Yo no sé lo que pasa en los pueblos por la montaña o en las selvas, pero en Bangkok me extrañaría que hubiera. En las zonas donde hay turistas, seguro que no encontrarás a ninguna que esté a la fuerza. Ya lo ves tú mismo, entramos y salimos cuando queremos. ¡Vaya preguntas más raras que haces! Pareces un turista.

Hacemos una pausa. A ella le toca ir a bailar, y a mí me toca pedir otro whisky.  Veo a Daa algo sorprendida. Siempre que nos vemos me dedico más a pasear mis manos por su cuerpo que a darle palique. ¿Me estaré transformando en un hombre de EL MUNDO TV? Nooo. Yo entiendo lo que las chicas me dicen, y ellos no.

En un plis plas han pasado los 20 minutos de baile. Daa regresa a mi vera. Para que no se sienta extraña, le efectúo un completo chequeo de urgencia.  Ya vuelvo a ser el Herr Peter de siempre, momento que aprovecho para seguir preguntando.

¿A parte de la clásica mamada y el polvo de toda la vida, qué te piden la mayoría de clientes?  

 A casi todos les gusta darme por el culito. Mi cuerpo es pequeño y todo va en proporción. Aquello es estrechito y a veces me duele un poco. Siempre llevo en el bolso un tubo de vaselina de esta que se va con agua. Va muy bien pero a veces te encuentras con auténticas máquinas de taladrar.

 

 

¿Y tu familia qué opina de esto?

 ¿De que a los turistas les guste darme por el culete?

¡No mujeeer! Me refiero al trabajo que haces.

 ¡Aaah! Bueno, no dicen nada. No lo saben, pero creo que se lo imaginan. Les digo que trabajo de camarera en un restaurante, como todas. Pero ven que gano bastante dinero y mientras les dé dinero, no preguntan.  No les voy a decir: “Mirad lo que me han dado este mes por chupar pollas”.

¿Y los días que tienes la regla, qué haces?

 Pues nada, lo mismo. Vengo por aquí igual. Siempre caen propinas y además preparo clientes para los días siguientes. Alguna vez me quedo en casa, pero me aburro. Mi vida está aquí y mis amigas también.

¿Y si algún cliente te dice que no le importa que estés en esos días?

 Paso de irme con él. Las tailandesas somos muy limpias. Pero bueno, si lo que quiere es una mamada, pues ¿por qué no?

 

 

¿Algún cliente especial te ha pedido que te cases con él?

 Siempre hay algún pirado. Vienen aquí, y sólo porque les hacer gozar con el sexo y les cuentas un par de mentirijillas, ya quieren que te cases con ellos. Se ve que en sus pueblos son unos desgraciados a los que ninguna chica hace caso.  Otros van de salvadores por la vida. Quieren retirarme de esta vida, sin llegar a preguntarme si me gusta o no. Ellos dan por hecho que esto lo hago obligada o porque no me queda más remedio.  Conozco algún caso de chicas que se han casado con clientes, pero suelen fracasar. Esta vida engancha, no sólo por el dinero, sino por la libertad que te da por raro que parezca.

¿Has pensado en dejar todo este mundo?

 Siempre lo piensas. Pero no me imagino haciendo otra cosa. Ya sé que no es lo más bonito comer pollas y que te den por el culo, pero con ningún otro trabajo conseguiría tanto dinero.

 

 

¿Sabes que en Occidente muchos creen que aquí está lleno de menores?

 Claro. Muchas tailandesas parecemos niñas comparadas con las “farangs” (occidentales). Ya te lo he dicho antes, el año que viene cumplo 24 años y los turistas me piden el DNI porque no se lo creen.  Lo que pasa también es que las camareras que trabajan aquí pueden tener 16 años, porque eso es legal, y entonces sí se puede decir que hay menores trabajando aquí. Pero niñas no hay, ningún dueño quiere meterse en líos con la policía, y por aquí siempre hay policía controlando todo, sobre todo nos hacen análisis para saber si tomamos drogas. Imagínate si en uno de esos controles sorpresa se encuentran con una menor. Hacen cerrar el bar de inmediato.

¿Te veré aquí el año que viene?

 Seguramente, aunque las chicas solemos ir de un bar a otro, según lo que nos paguen en cada sitio.  Algunas vienen de Patpong a instalarse aquí (Nana Plaza) o van a Soi Cow-Boy porque es más tranquilo y los clientes son mejores.  Suelen ser residentes que ya saben como funciona esto o turistas que ya conocen el terreno.

 

 

Es casi la una. A Daa le toca el último turno de baile. Me despido de ella tocándole las tetillas, es mi forma de saludar.  La veo subir al estrado mientras termino mi copa y pido la cuenta.  Llevo casi dos horas bebiendo y sólo me he gastado 10 euros, eso da gusto.

Quizás vea a Daa más tarde por la calle, o mañana, o la semana que viene, el año que viene, o nunca más. Así son las putas en Tailandia, aparecen y desaparecen de tu vida sin previo aviso.

La crudeza con la que los medios de comunicación describen el mundo de la prostitución en Tailandia, se aleja bastante de la realidad, fruto de la precipitación y el ansia de sensacionalismo.

Daa no es un caso aislado, es una más de las miles de prostitutas que el turista habitual se puede encontrar en cualquier go-go bar.

¿Significa esto que no hay chicas forzadas a prostituirse? ¡NO! Significa que no debemos creernos todo lo que vemos por la televisión (en especial si proviene de EL MUNDO TV) y que debemos preocuparnos más –los que quieran hacerlo- por las prostitutas que están siendo explotadas en España, que, hoy en día, son muchas más que las que pueda haber en Tailandia.

 

 

HERR PETER ASTA

 

Todo esto y más en: http://www.asiesasia.com

herrpeter@herrpeter.com